domingo, 11 de septiembre de 2011

TGD y Autismo

Tratar el tema del autismo en un único post es tarea imposible, así que hemos decidido contaros una pequeña historia y seguídamente daros algunos enlances para que podáis obtener toda la información que queráis.
Nuestra historia empieza así:

Érase una vez una vez unos padres que tenían la ilusión grandísima de tener una niña. Esa niña llegó en una fría mañana de invierno con nieve de casi medio metro de altura rodeando el hospital. Era preciosa, regordeta, sana y comilona. Pasaron unos meses y se vio que la niña tenía unos ojos azules grisáceo con el iris color ámbar, llamaban la atención y ella miraba fijamente, y sonreía, y reía si  la hacían cosquillas. Era muy muy buena, apenas lloraba, únicamente y con gran congoja al ponerla en la cuna para ir a dormir. Todos los días lo mismo . Los padres preocupados consultaron con los especialistas que les dijeron que les ocurría a muchos niños, era normal. Incluso probaron con el famoso libro del Doctor Estivill "Duérmete niño", pero no funcionó. Pasaron unos meses y la niña seguía tan buena, que cuando en el parque la quitaban los juguetes no reaccionaba (ni lloraba, ni pegaba, ni iba hacia sus padres). ¡Qué niña tan pacífica! decían todos.




Una tarde de primavera de mucho viento su mamá  la encontró sentada encima de la mesa del comedor mirando al gran ventanal a través del cual se movían las grandes hojas de las copas de los árboles. Su mamá la llamó una y otra vez, pero la niña no volvía siquiera la cabeza para mirarla, estaba ensimismada. ¿Será que tiene algún problema en el oído?. - No, no , le encanta la música, y baila y atiende al sonido de sus canciones favoritas incluso desde otras habitaciones de la casa! Las pruebas médicas dieron negativo.

¡Vaya, ahora la da por cerrar y abrir todas las puertas sistemáticamente! ¡ Y también todos los grifos!, y anda de puntillas (- mi niña va a ser bailarina de mayor. -decía su madre). Y las pocas palabras que decía ya no las dice y parece que no te quiere mirar diréctamente a los ojos...

No importaba lo que dijeran familia, amigos, doctores, sus padres intuían que algo no era normal. La niña tenía 20 meses de edad y comenzaron a hacerla todo tipo de pruebas médicas (scanner, tac, análisis genéticos...), y todo volvió a dar normal. Finalmente, tras muchas segundas y terceras opiniones  de expertos doctores, un afamado neurólogo consiguió un diagnóstico: TGD de espectro autista.

Hemos querido ejemplificar con esta pequeña historia algunos de los síntomas del autismo ( que son muy variados y difieren de niño a niño). Mucha más y mejor información encontraréis en los siguientes links: Autismo en red y The National Autistic Society.


Por último deciros que son los propios padres los que mejor conocen a sus hijos y siempre hay que hacer caso de su intuición, a pesar de todas la voces que haya en contra y digan que todo es normal y no pasa nada.


Las fotos que aparecen en esta entrada son nuestros jabones en forma de puzzle, que es el símbolo internacional del autismo.


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